Se volvió contra ella,
los flashbacks
se habían tornado,
papel fotográfico,
en verano.
La luz endureció su cuarto,
y encegueció su mirada.
Ahora quedaba,
el olor del tiner,
el video compartido,
la canción dedicada,
el regalo prometido,
el viaje postergado,
las calles recorridas,
el parque visitado,
el restaurante convidado,
la pintura ofrecida.
Pero también,
el comentario equivocado,
la respuesta hiriente,
el vozarrón insolente,
la llamada a hurtadillas,
el silencio cómplice,
la danza apátrida,
el resultado negativo.
Se volvió contra ella,
como carrusel en prueba,
una vez más...
el tiempo y el espacio se alejaban.
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