Me acompañas con una
sonrisa,
te sientas y me pides
que sonría,
y preguntas...
¿Por qué estás
triste?
Entregas tu cámara.
me sorprendes:
con tu voraz
inquietud
y tu innata
sensibilidad,
sonrío para
despistar…
pero soy torpe…
me he delatado.
La vida es una
fotografía,
de ángulos como de
focos,
han de hacerse
momentos
como este…
fugaces,
verosímiles,
auténticos.
Una fiel prueba de
que hemos vivido..
No hay comentarios:
Publicar un comentario