Ella había construido un muro de lamento a su alrededor...
ni una lágrima penetraba su dolor.
Decepcionada de la idea del amor,
halló refugio en su timidez,
y conservó su sensibilidad innata.
Hasta que descubrió...
la brisa en la mañana,
la sonrisa de una niña,
la ternura de su madre,
la solidaridad de un amigo
y la amistad de un desconocido.
Sin embargo,
¿cómo derrumbar ese muro de lamento?
¿cómo enfrentar el miedo de enamorarse una vez más?
¿cómo?
asumiendo "el riesgo de ser lastimado"- le escribió él.